Acudimos a un nuevo caso de las redes sociales como quinto poder, a pesar de ser «sólo» un problema técnico.
Si los medios se forjaron con su trabajo de investigación y reportería el papel del cuarto poder censor de todo poder oficial, ahora redes sociales como Twitter o Facebook no dan tregua en exigir respuestas a los grandes medios para vigilar su trabajo diario.
Con otra diferencia: todo ocurre en tiempo real. Todo queda registrado. Y ya no es solo un problema local
Ponte en el lugar. El caso es que un 25 de enero del 2011 miles de usuarios no pueden entrar al sitio de tu medio de comunicación on line. Tu sitio simplemente aparece caído.
Las explicacones de «estamos con problemas técnicos ya no bastan». Los propios usuarios investigan y dan con un problema de no renovación a tiempo del dominio de tu reconocido medio.
La olla explota en Twitter, se riega como pólvora y las menciones a tu cuenta que reportan el problema no cesan.
Por suerte, el período de gracia impide que otro tome tu dominio y el sitio renueva la reserva del nombre hasta el 2021.
Un problema que a tantos nos ha pasado, sólo que cuando se trata de un medio de comunicación grande, uno piensa que es inadmisible.
Con un aditivo especial: en la era de las redes sociales, no queda duda, que tus responsabilidades como medio de comunicación son infinitamente mayores. La ética periodística evoluciona.
Con acierto, te das cuenta que no se pueda tapar el sol con un dedo y pides disculpas.
En este caso, las disculpas ahora van a Facebook.
A mí, a pesar de todo, me queda este último buen gesto de El Comercio.com, como que sí le importa dar la cara ante su audiencia y que no siempre se ve. Ya adentro habrán cortado cabezas.
¿No sé si al final Ecuavisa TV se disculpó en sus redes sociales cuando cayeron por su propio peso cientos de reclamos en twitter por no pasar la premiación del campeonato Liga Emelec?
CHRISTIAN ESPINOSA
Periodista
Profesor de Nuevos Medios
Dedicado a la capacitación de Community Managers y Gestión de Redes Sociales. Manejo de Crisis On Line y Vocería 2.0. Mi otra pasión: el periodismo móvil.